Juan Esteban era un joven que llevaba una vida normal, como muchos de su edad no tenía un rumbo definido en su proyecto de vida; esto lo llevo a que una tarde decidiera pagar servicio militar. - Juan Esteban, no te vayas, no me dejes sola, el ejército es muy peligroso - le dice su madre. - Ésta situación está muy difícil madre, esta platica nos puede servir; ya esta decidido. La virgen te proteja madre - le contesta su hijo. Ella con un triste suspiro, un 28 de enero lo ve partir, viendo frustradas sus intenciones de detenerlo, ella no tuvo otro remedio que resignarse.
Ya ubicado en el batallón número 27 de la ciudad de Pereira, el joven comienza sus entrenamientos para ser formado como un gran militar y luego de un año se siente convencido de seguir en el ejército, lo cual lleva a Juan Esteban a especializarse como un soldado profesional.
Al ser aceptado, es llevado junto a otros 50 de sus compañeros a incorporarse al grupo especializado de contraguerrilla de la ciudad de Florencia, Caquetá. Al llegar a éste lugar, llama a su madre y le dice: Hola mami ¿cómo estas?; y su madre le responde: Hola hijo!, estoy muy bien ¿y tu?, ¿cómo van las cosas por allá?; y él responde: por ahora, me siento bien, pero estoy algo nervioso... no te lo puedo ocultar. - hijo, sólo te pido que tengas mucho cuidado ante los peligros que puedes correr - aconseja su madre. - madre, eso lo entiendo y estaré llamando cuando pueda; Dios te proteja, chao.- responde el joven con una voz triste.
A la mañana siguiente, salen muy temprano a patrullar la zona, desde ese momento se siente muy asustado por las palabras de su madre y además porque se encontraba en una zona peligrosa por la presencia de un frente guerrillero.
No pasaron muchos minutos, cuando su presentimiento se hizo realidad y fue en medio del silencio que se escucho el estruendo de una granada, la cual alcanzo a muchos de sus compañeros, dejándolos muy graves. El soldado Esteban Zapata logra salir un poco herido, entonces corre a esconderse en el bosque; luego de tener un largo recorrido, Zapata se pierde y encuentra una aparente campesina llamada Laura recogiendo leña.
- hola, ¿quieres que te ayude?-
-sí, por favor, necesito curar algunas heridas - responde Zapata un poco asustado.
-te curo las heridas, pero con una condición.
-¿cuál condición?- pregunta Juan Esteban.
-cuando yo lo cure, por nada vayas a irte, ya que éste bosque es una zona con presencia de un frente guerrillero- responde Laura.
-listo, tratare de hacerlo - responde Zapata con un tono mas tranquilo.
Allí, los dos empiezan a entrar en un buen dialogo y en medio de ´´este, se sienten muy atraídos. Por otro lado, un grupo de militares emprendían la búsqueda de Zapata y sus otros compañeros; bosque adentro, éste pelotón encuentra una casa, al entrar en ella ven a Laura con el militar e inmediatamente inspeccionan a la mujer; pues según investigaciones la joven era una guerrillera y al ver los militares a Zapata allí, creen que está secuestrado.
El pelotón intenta arrestar a la mujer y ésta corre para escapar, los soldados, inmeditamente prenden fuego y Laura es alcanzada por una de sus balas. Juan Esteban corre en busca de ella y cuando logra tenerla en sus brazos, muere.
Ya ubicado en el batallón número 27 de la ciudad de Pereira, el joven comienza sus entrenamientos para ser formado como un gran militar y luego de un año se siente convencido de seguir en el ejército, lo cual lleva a Juan Esteban a especializarse como un soldado profesional.
Al ser aceptado, es llevado junto a otros 50 de sus compañeros a incorporarse al grupo especializado de contraguerrilla de la ciudad de Florencia, Caquetá. Al llegar a éste lugar, llama a su madre y le dice: Hola mami ¿cómo estas?; y su madre le responde: Hola hijo!, estoy muy bien ¿y tu?, ¿cómo van las cosas por allá?; y él responde: por ahora, me siento bien, pero estoy algo nervioso... no te lo puedo ocultar. - hijo, sólo te pido que tengas mucho cuidado ante los peligros que puedes correr - aconseja su madre. - madre, eso lo entiendo y estaré llamando cuando pueda; Dios te proteja, chao.- responde el joven con una voz triste.
A la mañana siguiente, salen muy temprano a patrullar la zona, desde ese momento se siente muy asustado por las palabras de su madre y además porque se encontraba en una zona peligrosa por la presencia de un frente guerrillero.
No pasaron muchos minutos, cuando su presentimiento se hizo realidad y fue en medio del silencio que se escucho el estruendo de una granada, la cual alcanzo a muchos de sus compañeros, dejándolos muy graves. El soldado Esteban Zapata logra salir un poco herido, entonces corre a esconderse en el bosque; luego de tener un largo recorrido, Zapata se pierde y encuentra una aparente campesina llamada Laura recogiendo leña.
- hola, ¿quieres que te ayude?-
-sí, por favor, necesito curar algunas heridas - responde Zapata un poco asustado.
-te curo las heridas, pero con una condición.
-¿cuál condición?- pregunta Juan Esteban.
-cuando yo lo cure, por nada vayas a irte, ya que éste bosque es una zona con presencia de un frente guerrillero- responde Laura.
-listo, tratare de hacerlo - responde Zapata con un tono mas tranquilo.
Allí, los dos empiezan a entrar en un buen dialogo y en medio de ´´este, se sienten muy atraídos. Por otro lado, un grupo de militares emprendían la búsqueda de Zapata y sus otros compañeros; bosque adentro, éste pelotón encuentra una casa, al entrar en ella ven a Laura con el militar e inmediatamente inspeccionan a la mujer; pues según investigaciones la joven era una guerrillera y al ver los militares a Zapata allí, creen que está secuestrado.
El pelotón intenta arrestar a la mujer y ésta corre para escapar, los soldados, inmeditamente prenden fuego y Laura es alcanzada por una de sus balas. Juan Esteban corre en busca de ella y cuando logra tenerla en sus brazos, muere.
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